Primeras luces de la noche (Unha, Valle de Arán)
Blanca como esta noche no he visto cosa alguna:
ni el mármol, ni la nieve, ni el armiño. Semeja
el cielo, un gran abismo de plata, que refleja
su luz, en otro abismo de cristal: la laguna.
Sólo, de tarde, en tarde, pasa, pequeña y bruna,
la góndola, que efímero surco ondulante deja;
y cuando, hacia las brumas rutilantes, se aleja,
todo es latir de astros; todo, fulgor de luna.
La agonía blanca (fragmento)
-Luis Gonzaga Urbina-
Unha (valle de Arán), un día de un mes de Enero. Esta es para mí una obra de extraordinaria emoción y sentido personal. He viajado mucho a lo largo de mi vida a este lugar. Como otros lugares para mí especiales, constituye a veces el destino final de muchos otros caminos recorridos en circunstancias vitales. Es fácil dejarme llevar en esos paisajes únicos, dejando que me inunde su espíritu. La paz que reina en este hermético lugar anticipa una explosión de energía de color que flota en el ambiente. Al atardecer se encienden las luces y se huele el humo de las chimeneas. Huele a madera de pino quemado. Pocas horas más tarde y desde el mismo lugar amaneciendo, llega un olor profundo a pan recién hecho. Ni que decir tiene, que en estos paisajes, yo mismo me transformo en color y empatizo con cada uno de los elementos y formas que viven y reposan allí. Mire a donde mire, cada rincón es susceptible de ser una verdadera obra de arte.
Pedro Roldán
Valoraciones
No hay valoraciones aún.